miércoles, 30 de diciembre de 2009

MAYA ( ILUCION )


MAYA, la ilusión del mundo, poema recibido por inspiración que aparece en el libro HERENCIA DEL PASADO. Trata de cómo estamos envueltos en una ilusión que no nos permite ver la realidad tal cual es. Autor: Rolando Leal Mtz. www.centrosi.org

LA PIEDRA BRUTA



MASONESD DE LA LENGUA ESPAÑOLA NEW YORK.
LA PIEDRA EN BRUTO.
D.:L.: y P..R.:L.:S.: Chee Kung Tong No. 9

Un trozo de roca de deformes e irregulares aristas sin ninguna forma determinada recién traída de la cantera sin ningún trabajo previo que su recolección esta yace en el lugar simbólico que le corresponde que es la entrada de nuestro templo en la base de la columna "B". Yace como dejada olvidada o estar mal acomodada como si fuera el material sobrante al término de la construcción de la Logia así en tal estado no tiene cabida en ningún muro pared escalera o columna por ser grotesca e irregular en forma y contenido. La masonería y todos los HH.: esperan que el nuevo aprendiz vea en esa piedra en bruto su rostro y su cuerpo y decida que en una forma armónica y constante de trabajo en el perfeccionamiento la misma llegara a servir para edificar su propio templo el de la masonería y el de la asociación humana. Despertando la masonería nuestro taller el poder latente en cada uno de nosotros de SENTIR HONDO PENSAR ALTO Y HABLAR CLARO.
Desde el momento mismo de nuestra iniciación nosotros somos la piedra en bruto desde el mismo momento de nuestra iniciación nos hacemos conscientes que esa piedra bajo la columna del norte bajo la columna de los aprendices ¡somos nosotros mismos! debemos de cargarla
y tolerar la con sus características iniciales hasta que nuestra voluntad y trabajo así lo determinen no sabemos leer ni escribir solamente deletrear devastemos la piedra en bruto estudiando las letras y su significado y efecto aprendamos los tres primeros números y sus correspondientes significados como la unidad del todo la dualidad de la manifestación y la trinidad perfecta de la manifestación. Todos llevamos en el interior de
nuestro ser esa piedra en bruto el verdadero desafió en este grado es aprender a descubrirla y empezar desde ese mismo instante a trabajar la para nuestra perfección.
Las aristas burdas de la piedra representan nuestras imperfecciones su falta de forma y luminosidad representan la falta de claridad con que en la vida profana hemos ido construyendo nuestro ser interior. Solo nosotros con nuestras herramientas propias (mandil regla de 24 pulgadas martillo) herramientas únicas hechas a nuestra medida y solo útiles y adecuadas para nosotros ( No debemos querer que otro hermano funcione y funcione adecuadamente con nuestras herramientas)seremos los obreros reales artesanos que daremos forma perfecta a nuestra piedra en bruto nos daremos forma nosotros mismos inicialmente con ayuda de los maestros externos hasta llegar a conocer y emplear nuestro propio maestro interno. Será con constancia y pensamiento concentrado acompañado de fuerza en el martillo o sea nuestra capacidad de mover y transformar toda la materia y p or supuesto cambiar nuestro propio estado de imperfección desbastando nuestras aristas nuestras imperfecciones nuestros vicios nuestras pasiones.
La piedra en bruto es el mejor de los ejemplos simbólico. Esto es el mejor ejemplo físicamente hablando que nos represente la idea central de la masonería que es el acudir al templo a la instrucción mutua a la investigación por medio de la ciencia e investigación interna haciendo al hombre conocerse a si mismo. Demostrando que por mas ordinario que parezca el símbolo o el lugar donde se encuentre (La piedra en Bruto en el lugar en logia donde mas tinieblas hay)todo cuanto se encuentra en logia requiere de nuestro detenimiento estudio análisis y de flexión. Haciendo lo anterior nosotros los obreros de la columna del norte sabemos que estamos en el camino valioso para conocer lo que soy y de lo que puedo con trabajo constancia fuerza belleza y candor llegar a ser.
La piedra en bruto se encuentra colocada en la base da la columna "B"porque es el lugar donde se da inicio al camino del perfeccionamiento de la instrucción primer y mas importante objetivo del obrero para acudir y permanecer en logia. En el norte es el lugar que se encuentra con menos luz con menos conocimientos lugar donde veo símbolos oigo enunciados observo protocolos en las diversas ceremonias todo anunciando que cada
palabra cada símbolo cada movimiento cada protocolo encierra un profundo conocimiento con sabiduría milenaria que tengo la capacidad de investigar preguntar de aprender.
La piedra en bruto y la columna de la izquierda del frontispicio del templo representan al mundo terrestre porque es el lugar del cual vengo representado por nuestro cuerpo físico visible la manifestación exterior aparente de nuestro ser interior real manifestación de seres orgánicos dotados de vida y razón aprendiendo a conocer el bien del mal cuerpo físico desarrollado en el reino animal para desarrollar conciencia que es solo el mecanismo de expresión para manifestar de su posible perfectibilidad indefinida.
Esta piedra debe de ser cortada escuadrada y pulida por medio de los utensilios apropiados hasta lograr convertirla en una obra perfecta que pueda ocupar otro sitio que le corresponde en nuestro templo en el universo en la asociación humana.
La piedra en bruto es el estado natural ignoran terustico del hombre obedeciendo a sórdidos apetitosa sus pasiones colocada en el lugar de la ignorancia de las tinieblas lugar oscuro que lo conduce al error al sufrimiento a la nostalgia del estado perfecto su mente lo engaña permanentemente en lo aparentesolo el INTELECTO y el ESTUDIO ejercerán una saludable influencia para expandir el intelecto refrenando las pasionespurificando nuestra vida y volviendo a ser útil a nosotros mismos y a nuestros semejantes.

DEBEMOS DE CONSTRUIR NUESTRO TEMPLO PERFECTO A PARTIR DE LA PIEDRA EN BRUTO QUE HOY SOY LEE. ESTUDIA, APROVECHA. VE E IMITA, TRABAJA Y REFLEXIONA, DEBASTA TU PIEDRA, PÚLETE Y ÚNETE AL SERVICIO DE TI MISMO Y DE TUS SEMAJANTES.

NO ME DIGAS PIEDRA BRUTA, MI NOMBRE CORRECTO ES: PIEDRA EN BRUTO.

EL PADRE NUESTRO





De esta oración se “derivó” la versión actual del “Padre Nuestro”, la oración ecuménica de ISSA (Yeshua).
Podeis descargarla desde aquí para escucharla en el Arameo original.
Está escrita en arameo, en una piedra blanca de mármol, en Jerusalén / Palestina, en el Monte de los Olivos, en la forma que era invocada por Yeshua. El arameo fue un idioma originario de la Alta Mesopotamia (siglo VI AC), y era la lengua usada por los pueblos de la región. Yeshua siempre hablaba al pueblo en arameo.

La traducción del arameo al español (sin la interferencia de la Iglesia) nos muestra cuán bella, profunda y verdadera es esta oración de Yeshua:

Padre-Madre, Respiración de la Vida ¡Fuente del sonido, Acción sin palabras, Creador del Cosmos!

Haz brillar tu luz dentro de nosotros, entre nosotros y fuera de nosotros, para que podamos hacerla útil.

Ayúdanos a seguir nuestro camino respirando tan sólo el sentimiento que emana de Ti.

Nuestro Yo, en el mismo paso, pueda estar con el Tuyo, para que caminemos como Reyes y Reinas con todas las otras criaturas.

Que tu deseo y el nuestro, sean uno sólo, en toda la Luz, así como en todas las formas, en toda existencia individual, así como en todas las comunidades.

Haznos sentir el alma de la Tierra dentro de nosotros, pues, de esta forma, sentiremos la Sabiduría que existe en todo.

No permitas que la superficialidad y la apariencia de las cosas del mundo nos engañen, y nos libere de todo aquello que impide nuestro crecimiento.

No nos dejes caer en el olvido de que Tú eres el Poder y la Gloria del mundo, la Canción que se renueva de tiempo en tiempo y que todo lo embellece.

Que Tu amor esté sólo donde crecen nuestras acciones. ¡Qué así sea!

martes, 29 de diciembre de 2009

Nieves Bayo Gran Maestra adjunta de la Gran Logia Simbólica



MASONES DE LA LENGUA ESPAÑOLA NEW YORK.

Nieves Bayo Gran Maestra adjunta de la Gran Logia Simbólica

"La masonería aporta una riqueza incalculable"

Considera que la segregación que algunas obediencias hacen de las mujeres es un concepto medieval

PILAR G. DEL BURGO - VALENCIA ­

Doce años iniciada en la masonería y otros tantos como observadora y simpatizante. Su vida se rige por el principio de libertad y tolerancia. Esta aragonesa que fue elegida hace dos años Gran Maestra adjunta de la Gran Logia Simbólica Española —la única mixta en España— pronunció una conferencia en Valencia al hilo de la exposición que se celebra en el Muvim sobre Masonería e Ilustración.

¿Por qué ingresó?

En mi familia había habido masones, mi bisabuelo y un hijo suyo, la documentación que dejaron me llamó la atención y lo decidí por una reflexión personal. Todos los postulados me convencieron aunque decidirme me costó mucho.

¿Por qué?

En aquel momento solo existía la Gran Logia Simbólica de España, que no admite mujeres y la Femenina, pero yo no quería estar una logia solo de mujeres. La Gran Logia Simbólica Española empezó a admitir mujeres en 1992 y hasta 1997 no tuve cerca un taller; así que estuve doce años buscando donde ubicarme

¿Por qué la masonería y no otra organización?

Puedes formar parte de un club de debate pero en este país el debate es quitarle la razón al contrario y no me convencía. Buscaba algo más cercano a mi manera de pensar y la masonería es un punto de encuentro entre diferentes creencias religiosas y opciones políticas de personas que en el 90% de los casos nunca hubieras conocido porque no te vincula nada. La riqueza que aporta es incalculable porque te abre a puntos de vista diferente y da otra visión.

¿Qué aporta la masonería en el S. XXI?

La defensa de los valores humanistas: la tolerancia, la laicidad... La base de la Revolución Francesa es de la masonería. Los principios de igualdad y libertad fueron progresistas en la Ilustración. La aportación de la masonería es más bien personal, a cada uno. Te hace mejor persona. Al ser un punto de encuentro, ahora con la multiculturalidad que hay creo que el único sitio donde puede encajar todo es ahí.

¿Ustedes hablan de política y religión?

Si, lo que no se habla es de partidos ni de creencias. ¿Cómo no vas a hablar de política si es lo que conforma la vida? En el caso de la religión, es más personal y salvo en casos de integrismo, a nadie le condiciona la vida.

Usted es un alto cargo, pero hay muchos masones que no aceptan mujeres en sus logias

No lo he entendido nunca. No veo sensibilidades distintas entre hombres y mujeres. No me encaja. Yo en una logia, no noto diferencia que sea hombre o mujer. De sexo se puede cambiar, luego no será tan importante. Esa postura hace daño a la propia masonería, es vivir en la Edad Media. No puedes decir que trabajas por el progreso de la Humanidad, sino por la mitad de la Humanidad.

Hay pocas mujeres en la masonería

Si, pero no es porque les llame menos la atención, sino por un problema de horarios y porque habitualmente la mujer se ocupa de los hijos, pero no es porque no le interese, es por un rol de papeles que se ha asumido.

¿La crisis ha afectado a la masonería?

A todos, ¿cuánta gente se ha dado de baja en los clubs de tenis y en el Círculo de Lectores? A la masonería también le afecta pero tiene recursos para solucionarlo y para que no se den de baja.

¿Por ejemplo?

En condiciones normales pagas la cuota pero si alguien está en el paro deja de ser obligatorio. Y más que darse de baja por la crisis es por los horarios que hay que adaptar a la crisis y que a veces no permiten asistir a las reuniones. No se dan de baja, piden un año para estar en sueños, pero si tienen un día libre y quieren acudir a una reunión, pueden hacerlo. En otros sitios si no pagas, no entras.

¿Qué hay de los secretos de la masonería?

De secreto nada, yo lo cuento todo. No hay ningún secreto, aunque se empeñen no lo hay porque andamos por todos los lados. Masón se usa en sentido peyorativo pero siempre por cosas que atañen a la religión. La Iglesia católica nos ha perseguido toda la vida y que yo sepa, sobre el papel, seguimos excomulgados. Somos opuestos.

¿Qué símbolos son los más relevantes para usted?

La escuadra y el compás, pero a mí me llama la atención la llana, que es la herramienta que se usa para eliminar las diferencias.

¿Cómo llegó a Gran Maestra adjunta?

Es un cargo de confianza del Gran Maestre, J. Farrerons. Somos dos. Yo me encargo de la parte territorial y el otro de las relaciones internacionales.

¿Cuál es su cometido?

Visitar las 31 logias, ver los problemas que tienen, poner los recursos necesarios, pero más bien es ver la manera de crear nuevos talleres en otros sitios y hacer informes cuando una logia quiere entrar en la obediencia.

¿Está presente en las iniciaciones?

No. no hay jurado. Se hacen tres entrevistas por diferentes personas, se leen dentro del taller y se vota, pero lo lógico es que se acepte. La iniciación es una catarsis, no te olvidas. Impacta mucho.

¿Por qué?

Todo el acto, las preguntas, a lo que tienes que enfrentarte... Todo produce una catarsis porque te enfrenta a ti mismo. Te hace ser más consciente de cómo eres.

Fuente: Levante-EMV.com Comunitat Valenciana

LAS LOGIAS DE SAN JUAN


MASONES DE LA LENGUA ESPAÑOLA NEW YORK.
LAS LOGIAS DE SAN JUAN
Por JEAN PALOU (Francia)

En la francmasonerí a, los talleres de los tres primeros grados se llaman logias azules o logias de San Juan. Veremos, en efecto, más en detalle la significación histórica y simbólica de esta última expresión. Además, los dos términos están perfectamente ligados entre sí, puesto que el simbolismo conoce tres colores azules, "uno que emana del rojo, otro del blanco y un tercero que se une al negro...", lo que corresponde a las masonerías azul, roja, negra y blanca. Por otra parte, esas tres modalidades del mismo color están a la vez unidas tanto a los tres grados de la iniciación antigua como al triple bautismo cristiano, porque... "San Juan Bautista bautiza en el agua (azul) para inspirar la penitencia: es una preparación a un segundo bautismo que él anuncia y que Jesucristo dará por el Espíritu Santo y por el fuego". Se ve entonces por qué las logias azules constituyen las primeras marchas, en la humildad y el abandono del mundo profano, hacia la regeneración producida más tarde por el fuego (Fuego-Cordero) . Naturalmente a este simbolismo de los colores se agrega el de San Juan.

En la obra bien conocida de Samuel Prichard aparecida en Londres en 1730, "Masonry dissected", se pueden leer las preguntas y respuestas siguientes:

P.: ¿De dónde vienes?
R.: De la santa logia de San Juan.
P.: ¿Qué recomendaciones traes?
R.: Las recomendaciones que traigo de los verdaderos y venerables hermanos y compañeros de la verdadera y santa logia de San Juan, de donde vengo, y yo os saludo tres veces de todo corazón.

Doce años más tarde se expresa en "L'Ordre des Francs- Maçons trahi et leur secret révélé" una versión más sucinta que la precedente:

"Preguntas que se agregan a algunas de las precedentes cuando un francmasón extraño pide ser admitido en la logia":

P.: ¿De dónde vienes?
R.: De la logia de San Juan.

Paul Naudon, en una obra reciente sobre "Les loges de Saint-Jean" (Las Logias de San Juan), se empeña en demostrar las relaciones existentes entre la francmasonerí a y los dos San Juan. Este interesante estudio es, por otra parte, más histórico y filosófico que propiamente simbólico, y es este último plano el único que nos interesa aquí.

¿A qué San Juan ha querido honrar la masonería al dar su nombre a sus logias azules, tanto en el pasado para las logias de los compañeros constructores, como en la masonería moderna para los talleres de los tres primeros grados? El hermano E. F. Bazot escribe a este respecto: "...en cuanto al San Juan que los masones han tomado como patrón no puede ser ni Juan Bautista ni Juan Evangelista, que no tienen, ni uno ni el otro, ninguna relación con la institución filantrópica de la francmasonerí a.

Se debe pensar, con los hermanos más filósofos y más esclarecidos, que el verdadero patrono de las logias es San Juan el Limosnero, hijo del rey de Chipre, que en tiempos de las Cruzadas dejó su patria y la esperanza del trono para ir a Jerusalén a prodigar los socorros más generosos a los peregrinos y a los caballeros. Juan fundó un hospital e instituyó hermanos para cuidar a los enfermos, a los cristianos heridos, y distribuir ayudas pecuniarias a los viajeros que iban a visitar el Santo Sepulcro.

Juan, digno por sus virtudes de convertirse en el patrono de una sociedad cuyo único fin era la beneficencia, expuso miles de veces su vida para hacer el bien. La peste, la guerra, el furor de los infieles, nada pudo detenerlo. La muerte lo abatió en medio de sus trabajos; pero el ejemplo de sus virtudes quedó para sus hermanos que se comprometieron a imitarlo. Roma lo canonizó con el nombre de San Juan el Limosnero, o San Juan de Jerusalén; y los masones cuyos templos destruidos por la barbarie él había erigido de nuevo, lo eligieron de común acuerdo como su protector".

Paul Naudon rechaza con una frase un poco desdeñosa esta opinión de Bazot que, evidentemente, al dar a la orden el único fin de la beneficencia olvida demasiado que la masonería es ante todo una técnica de realización espiritual.

Es posible que el origen de la afirmación de Bazot sea -como dice P. Naudon en el discurso de Ramsay-, que: "...nuestra orden (la masonería) se unió íntimamente con los caballeros de Jerusalén. Desde entonces nuestras logias llevan el nombre de logias de San Juan". Se trata, pues, de otra masonería distinta de la de los tres primeros grados, y si Bazot ha cometido un error es el de dar el patronazgo de San Juan de Jerusalén a las logias azules, en tanto que Ramsay quería hablar de otra masonería, es decir, de grados irlandeses o escoceses.

La única relación entre San Juan el Hospitalario o el Limosnero y los masones operativos se basa en un hecho referido por Rohrbacher. Se lee, en efecto, en este autor que San Juan el Limosnero, patriarca de Alejandría, envió inmensos recursos a Modesto, abate de San Teodoro, en Palestina, para reconstruir las iglesias destruidas en 615 por los árabes. En realidad, los santos patronos de la orden masónica son San Juan llamado el Precursor y San Juan el Evangelista, uno y otro en estrecho contacto con Janus, dios de los romanos, "dios de las corporaciones de artesanos o Collegia fabrorum que celebraban en su honor las dos fiestas solsticiales de invierno y verano".

En el primer capítulo del Evangelio según San Lucas, Zacarías insiste mucho para explicar el nombre de su hijo, el futuro Precursor. Él dice que se llamará Juan, lo que anuncia la piedad y la misericordia que serán los caracteres mismos del bautista. Es necesario observar que en hebreo el nombre Juan se dice hanan, que significa a la vez beneficencia y misericordia, mérito, gracia, merced (esta última palabra tiene el sentido de "piedad" y no carece de interés señalar el papel de la orden de los Trinitarios u orden de la Piedad, orden de caballería destinada a rescatar a los cristianos caídos en las manos de los infieles y que constituye el grado 26º de los altos grados del rito escocés). Johanan significa simultáneamente "misericordia de Dios" y "loa de Dios", y esos dos sentidos se aplican, el primero al Bautista, el segundo al Evangelista. R. Guénon ha observado justamente sobre el caso "que la misericordia es por cierto descendente y la loa ascendente, lo que nos conduce aún a su relación con las dos mitades del ciclo anual", es decir, con las fiestas solsticiales de San Juan de Invierno y de San Juan de Verano (27 de diciembre y 24 de junio).

San Juan Bautista es representado siempre vestido con un manto de color rojo, que es el símbolo del martirio, y en el baptisterio de Constantino, en la iglesia de San Juan de Letrán en Roma, se pueden ver alrededor de su estatua de plata siete siervos del mismo metal, "imagen de los siete dones del Espíritu Santo recibidos con el bautismo". Se recordará a este respecto que nadie puede ser admitido en una logia de San Juan sin la presencia de siete masones. Un nexo aun más estrecho entre el escocismo y San Juan Bautista se observa en la iglesia de Santa María de las Fuentes de Lieja. Se ve en esta iglesia un fuerte bajo relieve de cobre el cual representa al Precursor bautizando al filósofo Cratón.

La fuente bautismal descansa sobre doce bueyes, símbolo de los doce profetas de la antigua ley y de los doce apóstoles de la nueva ley (hay allí también una doble alegoría a la circuncisión y al bautismo). La fuente bautismal se convierte entonces en la imagen del mar de bronce que Salomón había consagrado a la entrada del Templo para purificarse, que es uno de los símbolos de un alto grado escocés.

San Juan Evangelista, "la loa de Dios", es representado en los vitrales de la Edad Media y en los Libros de las Horas con un hábito verde. En Bourges, él tiene una túnica verde y un manto rojo nimbado de oro. Se le ve bautizando por aspersión (es decir, vertiendo agua sobre la cabeza de los bautizados) almas representadas por personajes desnudos y asexuados. Por encima del Santo aparece Cristo rodeado de siete candelabros de oro, y el Salvador mantiene en una mano un libro cerrado por siete sellos, y en la otra el globo del mundo; la túnica verde es el símbolo de la caridad, y este color es igualmente el de ciertos números de grados escoceses, en especial el del Príncipe de la Misericordia, del que hablamos más arriba. La esmeralda, piedra preciosa también verde, es la joya atribuida al Evangelista.

El número siete es el número propio de ambos santos (por ejemplo, en ciertas pinturas se puede ver al Evangelista rodeado de siete formas de iglesias, pues ese número simboliza el misterio de que se rodean las verdades encerradas en el Libro Divino). El águila "que se eleva, desde el primer impulso de su vuelo, hasta el seno de Dios, para expresar en términos consagrados el origen de su Verbo y el principio de la luz divina", como el águila del Tetramorfo que al "planear igual que ésta por encima de todas las generaciones humanas cuando relata el nacimiento eterno del Verbo", son las aves de San Juan, cuyo Evangelio se lee en cierto número de logias al iniciarse los trabajos. Existe una relación todavía más estrecha entre el Evangelio y la francmasonerí a cuando se observa, en el Apocalipsis, a Juan que recibe de un ángel una vara de una toesa con orden de medir el templo, excepto el espacio alrededor del tabernáculo, que era abandonado a los gentiles por Dios, los que deberían recorrer, en las tinieblas exteriores, ese espacio durante tres años y medio.

Es necesario aproximar aquí a Juan, maestro de la iniciación y que preside la dirección del templo esotérico, con la logia que lleva su nombre, en la cual los profanos no pueden ser admitidos sino después de tres años de aprendizaje, cuando son recibidos como compañeros, único grado de la antigua masonería operativa. Más curiosa aún es esa cita de Dante -que quizá perteneció a los Fieles del Amor o a la Fraternidad de los Rosacruces- que muestra a Juan mártir, quien prueba así su amor a Dios, después de haberlo extraído del pecho del Celeste Pelícano. Nos resultaría fácil desarrollar las numerosas relaciones existentes entre la simbólica cristiana de Juan y las logias de San Juan, pero queremos llegar a los vínculos -y éste es el término iniciático exacto- que existen entre los dos San Juan y Janus.

Janus es Cluvius (el que lleva las llaves), al mismo tiempo que Patuleius (el obrero) y Clusius o Cluvisius, es decir, el que cierra. Se le denominaba también el Padre, y los sacerdotes salios lo invocaban como dios de los dioses.

Janus era sobre todo el maestro de la iniciación, y Ovidio nos dice que nadie entraba en el cielo si él no abría la puerta, y Marcial expresa que él también iniciaba la marcha de las estaciones del año y de las revoluciones celestes, y de ahí su nombre Janitor, el portero del cielo.

Más tarde, Janus se convirtió entre los romanos en el guía de las almas y el jefe de los Manes (Janus Bifrons) que él hacía remontar tres veces por año desde los infiernos al mundo superior, el 24 de agosto, el 5 de octubre y el 8 de noviembre.

Las fiestas solsticiales de Janus se convirtieron en las fiestas de San Juan de Invierno y San Juan de Verano. Dios de los artesanos constructores, es decir, de los hombres del oficio cuya iniciación desemboca en los pequeños misterios, Janus se cristianizó y devino el patrono bajo el nombre de dos santos (Juan) -que en suma no son más que dos modalidades de un solo y mismo ser- de las logias de los constructores de la Edad Media, que celebraban sus fiestas el 27 de diciembre y el 24 de junio.

Esto es tan cierto que se puede ver en la iglesia de Saint-Remy en Reims un vitral donde figura "un San Juan que se podría llamar "sintético", que incluye en una sola figura al Precursor y al Evangelista, fusión subrayada por la presencia encima de la cabeza de dos tornasoles dirigidos en sentido opuesto (los dos solsticios), una especie de Janus cristiano en suma".

Nos parece del mismo modo útil mencionar que en el simbolismo masónico operativo que se ha trasmitido a la masonería anglosajona se halla una figuración de dos San Juan representada por un círculo que lleva en su centro un punto, círculo que ostenta dos tangentes paralelas. "Este círculo es considerado como una figura del ciclo anual, mientras que los puntos de contacto de esas dos tangentes, diametralmente opuestas una a la otra, corresponden entonces a los dos puntos solsticiales". Ya hemos dicho que Janus poseía a menudo dos rostros (bifrons), muy raramente cuatro, y mencionaremos ese curioso ejemplo que muestra muy bien la relación de los dos rostros de Janus con los masones operativos. En la catedral de Nantes se puede admirar la tumba del duque de Bretaña, Francisco II (François II), por Michel Colombe.

En uno de los ángulos de la tumba se halla una estatua que representa la Prudencia. Se trata de una mujer de doble rostro: el de una joven y el de un anciano (alegoría de Janus). Ese personaje sostiene en una mano un espejo convexo que simboliza el microcosmos (el espejo fue introducido bastante tarde en el rito rectificado en el grado de compañero después de haber sido conocido en la Estricta Observancia, en 1782) y, en la otra, un compás. El escultor del siglo XVI ha sabido, pues, reunir perfectamente todos los símbolos iniciáticos: el de Janus, patrono de los constructores, y el compás, instrumento de los maestros masones. Más asombrosa aún esa madera grabada con el tratado de L'Azoth del alquimista Basile Valentín, donde se observa "a los píes de Atlas, que soporta la esfera cósmica, un busto de Janus -Prudencia- y un niño que deletrea el alfabeto -Simplicitas-", que nos presenta a Janus como maestro de la iniciación ante el cosmos, es decir, la logia, y el niño que deletrea, el aprendiz que deberá -por el esfuerzo iniciático- reunir lo que está disperso, esto es, las letras que formarán las palabras sagradas, las palabras claves. Porque no se podría olvidar tampoco que Janus, dios de las puertas celestes y al que es consagrado el mes de enero, tiene entre sus atributos una llave, que simboliza el instrumento que permite abrir las puertas, las barreras, para llegar a un conocimiento más perfecto, más profundo del esoterismo.

Esta llave se ha tornado un cetro en ciertas representaciones de Janus, siendo esos dos atributos también los de Cristo: "¡O Clavis David, et sceptrum domus Israel!... Tú eres, ¡OH Cristo esperado! la llave de David y el cetro de la casa de Israel. Tú abres, nadie puede cerrar; y cuando tú cierras nadie podría ya abrir...".

Este santo del oficio romano del 20 de diciembre, al mismo tiempo que el anuncio de la fiesta del Evangelista -el solsticio de invierno cuya puerta se abre con la llave de Janus-, canta la llegada del salvador que será bautizado por el Precursor y que dará a Pedro el poder de las llaves: la de oro y la de plata. Una y otra son las claves de los pequeños misterios y de los grandes misterios; ellas dan la entrada sobre los mundos temporal y espiritual. Pedro posee la llave de la salvación. Juan, después de Janus, lleva la llave de la liberación. Con este título él no puede ser más que el santo patrono de las logias masónicas, donde -al mismo tiempo que se trabaja para la fraternidad, el tiempo ideal- el iniciado tiende por un segundo nacimiento (la condición de maestro) a la realización integral, al retorno al Adán Kadmon primordial.. .

lunes, 28 de diciembre de 2009

LA BUSQUEDA - NATIONAL TREASURE


SINOPSIS: El buscador de tesoros Benjamin Franklin Gates (Nicolas Cage) ha dedicado su vida a buscar el legendario tesoro de Los Caballeros Templarios, del que se decía que era el botín más increíble de todos los tiempos y que estaba escondido en algún lugar de América. Durante siete generaciones, los miembros de la familia Gates buscaron las pistas que los Padres Fundadores de América dejaron, y recorrieron cada rincón del país en busca del tesoro. Ahora, el inconformista Ben al fin ha conseguido descubrir la pista definitiva que le llevará hasta el tesoro: un mapa oculto en el reverso de la Declaración de Independencia. La existencia del mapa llega a oídos del gran competidor de Gates, Ian Howe (Sean Bean), y Ben se enfrenta a un difícil dilema: O es el primero en robar el documento más importante de América, que está protegido por el sistema de seguridad más sofisticado del mundo, o dejará que caiga en manos extremadamente peligrosas. En una carrera contrarreloj, y luchando contra sus enemigos y contra las autoridades, Gates y su compañero de aventuras Riley (Justin Bartha), todo un genio de la tecnología, con la ayuda de la atractiva conservadora de los Archivos Nacionales, Abigail Chase (Diane Kruger), se lanzan a conseguir lo imposible...

¿A QUE LLAMAMOS LIBERTAD?


¿A qué llamamos libertad?

¿Qué es aquello que nos hace sentirnos prisioneros y nos provoca esa inquietud de búsqueda de libertad? La libertad no es el resultado de tener una situación social determinada, un poder económico o cualquier otro aspecto que nos favorezca externamente. La libertad sólo se puede vivir cuando deja de haber alguien que quiera ser libre. Quedamos atrapados en la consciencia superficial del pensamiento, que quiere y desea ser libre. Esta demanda es un reflejo de la conciencia profunda unitaria, libre de todo condicionamiento. Cuanto más buscamos la libertad en ideales, deseos, etc., más atrapados nos sentimos y vivimos. Podemos observar, que la fuerza, dependiendo de cada personalidad, será más o menos fuerte, pero todas las personas buscan ser libres.
“La existencia es un movimiento continuo, caprichoso y juguetón, que por mucho que nos empeñemos jamás podremos controlar. El mundo externo no tiene nada que ver con nosotros, con lo que somos. Nosotros no estamos en el exterior. No residimos en ninguna ciudad, ni país. No tenemos casa ni nombre. Somos siempre y por siempre: perenne, inmutable…, incambiable.”
Sin darnos cuenta, nos salimos de nosotros mismos, no hablamos desde unas ideas, teorías, filosofías que solo nos llevan a los opuestos: libre-atado, gusto-dolor, seguridad-inseguridad, etc. Ahí podemos observar como queremos controlar y todo lo que queremos controlar, provocando fricciones y conflictos; ahí sigue existiendo un alguien que cree que está controlando. Vivimos una dualidad, vivimos en la conciencia superficial; esa misma fuerza que hace que

la comprensión de lo relativo, y una y otra vez nos situamos en la unidad de conciencia que somos. Ahí somos todo el amor, toda la energía y lucidez que se expresa en nosotros, independiente de todo lo externo, de la contemplación, la meditación, ahondando en lo más íntimo, sin ir a buscar nada, atenta y despierta a la unidad de conciencia.
Del amor a la verdad, la conciencia profunda nos libera de toda estrategia de la mente, si la comprendemos.
“Y viviré lo que venga, aceptando, abriéndome al fluir de la vida, me toque la lotería o me venga una enfermedad.”
La palabra libertad es sólo un concepto ¿qué libertad vamos a vivir sin dejar de querer mantenernos en lo establecido o ilusorio?
- Libertad es hacer lo que la inteligencia de la vida nos proponga en todo momento, no es un ir en contra de nada, es un fluir sin contratiempos donde nunca aparece el “alguien”.
- La libertad es trascender el “yo soy libre”, la libertad no se cuestiona, el que cuestiona nunca podrá ser libre.
creamos que nosotros hacemos, que somos fulanito de tal…, etc. Es la conciencia profunda, lo idéntico, la única verdad, pero la mente no la reconoce como tal, debido a toda la estructura que se ha formado. Y vivimos en un sueño de creernos que *hacemos y deshacemos* y que vamos a conseguir lo que nos propongamos, que vamos a ser libres desde unos apoyos mentales que buscamos desesperadamente y nos enganchamos a ellos.
En la experiencia vemos que la idea de libertad, si es que alguna vez creemos que la hemos conseguido en cualquier momento o circunstancia, ha desaparecido. Desde la comprensión, debemos desnudarnos de toda la carga psicológica que llevamos viviendo hace tiempo; no es cambiar nada, sólo es ver con sinceridad, comprensión y amor que vivimos en un error. Si tenemos que conseguir algo, lo podemos conseguir en la medida en que aprendamos a contemplar, situándonos en la inteligencia que ve, que crea, independiente de todo condicionamiento, brotando desde el amor puro independiente de cualquier forma, unificándose en la capacidad de energía. Contemplar desde ahí nos mantiene en la esencia de donde aparece y desaparece todo; ahí nos acercamos hacia lo eterno, la liberación. Esta práctica se transforma en un vivir en el presente, en el día a día, trabajando, conduciendo, limpiando, leyendo, etc. Si aparece dolor, tristeza, ira, lo miramos desde

- La libertad es unidad. La unidad es libertad. La libertad real es la vivencia de que no hay nada entre lo que creemos ser cuando decimos yo (sujeto) y lo que llamamos el otro (objeto).
- La libertad no es dual en sí misma porque no depende ni de Sí misma porque siempre Es.
- Vivir “lo que es” es libertad.
- “Sólo la verdad nos hará libres”, frase perfecta que define el puro conocimiento y su fruto (el discernimiento).
Lo que creemos que somos (el ego) es la prisión que se encadena a sí misma. Cuanto más se reafirma, más fuerte se hacen los muros. Cuando observamos que ese yo no existe, que es falso, que hemos caído en el error, ese muro comienza a derrumbarse. Luego sólo queda que entre el que percibe y lo percibido no haya ninguna otra diferencia. ¿Cómo? Trascendiendo todo lo personal.

- Arquitecto144…

Breve diálogo entre el teólogo brasileiro Leonardo Boff y el Dalai Lama :


Breve diálogo entre el teólogo brasileiro

Leonardo Boff y el Dalai Lama :

LEONARDO BOFF:
"En el intervalo de una mesa redonda sobre religión y paz entre los pueblos, en la cual ambos
(yo y el Dalai Lama) participábamos, yo, maliciosamente, mas también con interés teológico,
le pregunte en mi inglés defectuoso:
- "Santidad, cual es la mejor religión?" (Your holiness, which is the best religion?)
Esperaba que dijera: "El budismo tibetano"
o las religiones orientales, mucho más antiguas que el cristianismo…"

EL DALAI LAMA

hizo una pequeña pausa, sonrió, me miró fijamente a los ojos - lo que me desconcertó un poco,
porque yo sabía la malicia contenida en la pregunta - y afirmó:

"La mejor religión es la que te aproxima más a Dios, al Infinito". Es aquella que te hace mejor."
Para salir de la perplejidad delante de tan sabia respuesta, pregunté:

- "Qué es lo que me hace mejor?"

El respondió:

- "Aquello que te hace más compasivo, más sensible, más desapegado, más amoroso,
más humanitario, más responsable, más ético...
La religión que consiga hacer eso de ti es la mejor religión."
Callé, maravillado, y hasta los días de hoy estoy rumiando su respuesta sabia e irrefutable. ..
No me interesa amigo tu religión o si tienes o no tienes relig
Lo que realmente me importa es tu conducta delante de tu semejante, de tu familia, de tu trabajo,
de tu comunidad, delante del mundo...

Recordemos:

"El Universo es el eco de nuestras acciones y nuestros pensamientos" .
La Ley de Acción y Reacción no es exclusiva de la Física. Es también de las relaciones humanas.
Si yo actúo con el bien, recibiré el bien. Si actúo con el mal, recibiré el mal.
Aquello que nuestros abuelos nos dijeron es la más pura verdad:
"tendrás siempre el doble de aquello que deseares a los otros".
Ser feliz, no es cuestión de destino. Es cuestión de elección.

domingo, 27 de diciembre de 2009

¿LOS MASONES FESTEJAN LA NAVIDAD ?


¿LOS MASONES FESTEJAN LA NAVIDAD?

Por CHRISTIAN GADEA SAGUIER

Antes de lograr una respuesta satisfactoria es importan de analizar qué entendemos por "navidad". Los actuales hábitos navideños provienen de unas antiguas costumbres babilónicas registradas aproximadamente 2.600 años ante de la era actual. Fueron algunos gobernadores romanos en sus constantes afanes de sincretismo religioso quienes la trasladaron como fiesta cristiana.

La tradición de aquellas costumbres relatan que existió una reina llamada Semiramis en cuyo vientre crecía su hijo Tamuza quien habría concebido virginalmente. No cabe duda que las costumbres de Babilonia trascendieron las fronteras romanas asentándose con mucha fuerza en el politeísmo del imperio. Así cada 25 de diciembre se conmemoraba alumbramiento de Tamuz (Saturno para los romanos) el dios sol encarnado.

Esa festividad iba acompañada de orgías, desenfrenos y una gran inclinación hacia el valor de la amistad que se ratificaba con intercambio de regalos y presentes. También había surgido la costumbre de adornar las puertas de cada casa con coronas de flores y hojas verdes y por cierto la práctica de adornar un árbol con frutas y decorativos alusivos al dios sol.

La celebración se realizaba durante el solsticio de invierno, fenómeno natural que constituye el origen de toda celebración navideña aún más remota que las costumbres babilónicas. Durante este solsticio se produce un acontecimiento cósmico que vivifica la naturaleza con su luz y su calor razón por la cual para todas las culturas antiguas representaba el auténtico nacimiento del sol y con él toda la naturaleza comenzaba a despertar lentamente de su letargo. Los humanos veían en esta manifestación natural la renovación de sus esperanzas de supervivencia gracias a la fertilidad de la tierra.

La fiesta giraba en torno a grandes festejos caracterizados por la alegría general y el protagonismo de las hogueras alrededor de las cuales se concentraban los lugareños con el fin de manifestar su alborozo y esperanza mediante ceremonias colectivas centradas en cantos y danzas rituales y en la recogida de ciertas plantas como el muérdago. Las grandes hogueras al margen de simbolizar el gran acontecimiento tenían la función de excitar el calor y la fuerza de los rayos de un sol recién nacido que encaraba su curso hacia la primavera inundando la tierra con su poder regenerador.


Siglos después cuando fue establecido el catolicismo romano bajo las falsas pretensiones religiosas de Constantino aproximadamente hacia el 325 la mezcla de la celebración solsticial, el paganismo babilónico y romano, fue introducido deliberadamente al cristianismo a modo de contener el avance infiel. Así la antigua Semiramis pasó a llamarse virgen María y la encarnación del dios sol Tamuz, Jesús.

El festival del solsticio de invierno celebrado el 25 de diciembre de cada año pasó a ser la fecha oficial del nacimiento de Jesús y la antigua costumbre de la entrega de regalos y presentes fue acomodada en función de la experiencia que según la doctrina cristiana tuvieron los magos al visitar al niño Jesús al entregarle obsequios por su advenimiento. El antiguo árbol que la religión de Babilonia adornaba en celebración del nacimiento de Tamuz pasó a llamarse "el árbol de Navidad". Con esta genealogía de la navidad podemos entender que el cristianismo no es otra cosa que un paganismo reformado.

En la actualidad la navidad es un verdadero caldo de cultivo para los comerciantes y el consumismo pero todo detrás de una pantalla o envoltorio cristiano a modo de aliviar la pena consumista. En esta vida de consumo como lo sugiere Zygmunt Baumanlos individuos pasamos a ser los promotores del producto y el producto que promovemos puesto que debemos según postula el sociólogo aprobar el examen para acceder a los tan codiciados reconocimientos sociales que exigen reciclarse bajo la forma de bienes de cambio es decir como productos capaces de captar la atención atraer clientes y generar demanda. Esta transformación de los consumidores en objeto de consumo es el rasgo más importante de la sociedad contemporánea.

Esta práctica navideña del consumo y de los regalos en particular proviene de la prostitución de una tradición católica: El rol de papá Noel. El sacerdote católico Nicolás, obispo de Mira en el tiempo del emperador Diocleciano (siglo IV) entre todas sus prácticas religiosas acostumbraba en época de "navidad" a dar regalos y presentes a los niños. Luego de su muerte la iglesia de Roma lo elevó a los altares y pasó a ser San Nicolás o Santa Claus a quien todos los niños esperan ansiosamente para recibir los regalos y tomar el soma de la felicidad como remedio del mundo feliz de Aldous Huxley. Más tarde este "san Nicolás" adoptó el nombre de "papá Noel" de la raíz francesa que a su vez deriva del latín Natalis natalosea "padre de la navidad". Este "papá Noel" trascendió y ya en época contemporánea fue introducido en diversas historias que hablaban de su origen relacionándolo con el polo norte con la participación de gnomos y renos que lo trasladaban en su tarea de repartir "regalos" por todo el mundo. Todo terminó de pudrirse en 1931 cuando la Coca Cola tomó a este popular personaje y lo vistió con sus colores corporativos y desde entonces se produjo una verdadera explosión y propagación del culto a papá Noel y la compra de regalos.

Ante el análisis presentado ¿los masones festejan la navidad? Si tomamos a la organización por sus miembros seguro que muchos masones festejan la navidad pues profesan el cristianismo entonces en particular algunos masones festejan la navidad. Pero la fraternidad como institución no participa de estas fiestas puesto que su doctrina establece una laicidad en sentido filosófico aquel que propugna una visión naturalista y razonable de la vida sin sostener ningún dogma. A lo sumo se conmemora el solsticio de invierno. En el fondo la esencia masónica podría generar un conflicto en el hermano cristiano puesto que la fraternidad es adogmática y promueve una visión del mundo libre de seres sobrenaturales.

El equilibrio se encuentra en el respeto a la intimidad puesto que la masonería es tolerante de todas las religiones cultivadas en el ámbito privado compartiéndose ella en el centro de unión de todos los hombres por encima de los mismos dioses

Respuestas a Mitos y Realidades de la Masoneria

GAUTAMA BUDHA


Rabindranat Tagore
GAUTAMA

Ya el sol se había puesto entre el enredo del bosque sobre los ríos.
Los niños de la ermita habían vuelto con el ganado y estaban sentados al fuego, oyendo a su maestro
Gautama, cuando llegó un niño desconocido y lo saludó con flores y frutos. Luego, tras una
profunda reverencia, le dijo con voz de pájaro:
"Señor Gautama, vengo a que me guíes por el Sendero de la Verdad.
Me llamo Satyakama"
"Bendito seas -dijo el Maestro- ¿Y de qué casta eres, hijo mío? Porque sólo un brahmín
puede aspirar a la suprema sabiduría".
Contestó el niño:
"No sé de qué casta soy, Maestro; pero voy a preguntárselo a mi madre".
Se despidió Satyakama, cruzó el río por lo más estrecho, y volvió a la choza de su madre, que
estaba al fin de un arenal, fuera de la aldea ya dormida.
La lámpara iluminaba débilmente la puerta, y la madre estaba fuera, de pie en la
sombra, esperando la vuelta de su hijo.
Lo cogió contra su pecho, lo besó en la cabeza y le preguntó qué le había dicho el Maestro.

"¿Cómo se llama mi padre? -dijo el niño- Porque me ha dicho el Señor Gautama que
sólo un brahmín puede aspirar a la suprema sabiduría".
La mujer bajó los ojos y le habló dulcemente: "Cuando joven yo era pobre y conocí muchos
amos. Sólo puedo decirte que tú viniste a los brazos de tu madre Jabala, que no tuvo marido".
Los primeros rayos del sol ardían en la copa de los árboles de la ermita del bosque. Los
niños, aún mojado el revuelto pelo del baño de la mañana, estaban sentados
ante su Maestro, bajo un árbol viejo.
Llegó Satyakan, le hizo una profunda reverencia al Maestro y se quedó de pie en silencio.
"Dime -le preguntó el Maestro- ¿Sabes ya de qué casta eres?"
"Señor -contestó Satyakama-, no sé. Mi madre me dijo: Yo conocí muchos amos cuando
joven, y tú viniste a los brazos de tu madre Jabala, que no tuvo marido".
Entonces se levantó un rumor como el zumbido iracundo de las abejas hostigadas en su
colmena. Y los estudiantes murmuraban entre dientes de la desvergonzada insolencia del niño sin padre.
Pero el Maestro Gautama se levantó, trajo al niño con sus brazos hasta su pecho, y le dijo:
"Tú eres el mejor de todos los brahmines, hijo mío; porque
tienes la herencia más noble, que es de la verdad".

Rabindranat Tagore

sábado, 26 de diciembre de 2009

EL SIGNIFICADO DE LA NAVIDAD


El significado de la Navidad

Por Ralph M. Lewis, F.R.C.


La Navidad tiene múltiples significados, cuyos orígenes son desconocidos para un gran número de personas. El conocimien­to de sus significados y de sus orígenes hará que este día le brinde mucha mayor satisfacción a las lo celebran.

Si hemos de investigar el tema con cierto método, podemos utilizar la si­guiente división: los aspectos históricos; las costumbres; y el idealismo de la Navidad. En cada una de estas divisiones, consideraremos brevemente los puntos más evidentes y significativos.

En la primera división concerniente a los aspectos históricos, comenzaremos con Jesús Cristo. Por supuesto, Jesús es la idea central en cada una de estas divisiones; es, por decirlo así, el núcleo central de las celebraciones de Navidad. La palabra Cristo va generalmente asociada con Jesús, para designarlo en for­ma más particular, constituyendo una especie de título. El origen inmediato de la palabra Cristo es del latin, Cristus, que a su vez tiene un origen griego. En la versión griega de los Setenta la palabra griega Cristos se usa para traducir la palabra hebrea Mahsiah, que nosotros escribimos Mesías, y cuyo signifi­cado original es "El Ungido."

La costumbre religiosa de los hebreos de ungir, era en realidad heredada de sus antepasados, especialmente del an­tiguo Egipto y de Babilonia. Se pensaba que el aceite usado en la unción le confería al individuo ciertas características espirituales y ciertas virtudes como re­sultado del rito. El rito de la unción iba acompañado de las correspondientes oraciones y liturgia.

Todo lo cual cons­tituía un acto simbólico de infusión divina, significando que por medio de la ceremonia se recibía un manto di­vino de poder y sabiduría. Todos los que eran ungidos de esa manera pasa­ban a ser sacerdotes, y se les consideraba como intermediarios entre el hombre y su dios.

Las personas ungidas, o Mesías, eran esperadas en la categoría de reyes, para dirigir a los hombres en una ba­talla contra sus opresores, o bien para actuar como salvadores en un sentido moral o espiritual. La gente esperaba la llegada de un Mesías con el anhelo de librarse de las calamidades físicas y mentales y obtener la salvación. Los profetas hebreos, mucho antes de la era de Jesús, hablaron de la venida de un rey o de un Mesías. Uno de los pri­meros en hablar de esa manera fue el profeta Isaías. Se decía que el Cristo, este Mesías particular, se revestiría de justicia y rectitud, no se dedicaría a la guerra ni a la conquista, y se referirían a él como "el Príncipe de la Paz."

Es interesante notar que el mismo Asurbanipal, famoso rey asirio, se consideraba él mismo como un Cristo. Fue durante su reinado que se constru­yó la biblioteca más grande del mundo antiguo. El decía: "Yo nací en las montañas que ningún hombre conoce. Tú, Ishtar, me has traído desde las montañas para pastorear a tu pueblo." Este rey asirio creía que la Diosa Ishtar, o sea, la Diosa del Amor, lo había crea­do para convertirlo en salvador de su pueblo elevándolo a una posición de dominio; la cual fue realmente alcanzada por el pueblo en el mundo antiguo. Durante el reinado despótico de He­rodes, Rey de Judea, los judíos ansiaban la llegada de un Mesías personal, que los librase de la opresión y los abusos que estaban sufriendo. Este Cristo, cuya llegada esperaban, había de ser "un liberador de la casa de David".

De hecho, todo el populacho de Jerusalén aclamó a Jesús como el Mesías que tanto habían esperado cuando él entró en esa ciudad. Es muy significativo ver que la manera en que Jesús entró en Jerusalén y los demás detalles relaciona­dos con este hecho, estaban de acuerdo con las predicciones tradicionales acerca de la manera en que los Mesías debían entrar para liberar al pueblo.

Nacimiento virginal
Otro eslabón en el significado his­tórico de la Navidad puede verse en el nacimiento virginal de Jesús. Existen muchos cuentos, mitos y leyendas mara­villosas en diversos países con narra­ciones de nacimientos misteriosos. En la mayoría de estos relatos, se dice que la madre era la esposa de alguna deidad o ser sobrenatural del cual concibió. En otros se dice que la madre concibió al ser tocada por un rayo de luz celestial, o al bañarse en aguas sagradas, o bien al tragar una piedra extraña de una forma y color especial. Sin embargo, hay muchos otros relatos de nacimientos virginales pues se parecen notablemente al relato evangélico del nacimiento de Jesús. Todos esos relatos son anteriores al tiempo de Jesús; por ejemplo, el naci­miento de Zoroastro, primer fundador de un a religión organizada, que tuvo lugar alrededor de mil años antes de la llegada de Jesús.

Los últimos seguidores de Gautama Buda narran muchos acontecimientos extraños, con el fin de explicar la ma­nera de su nacimiento. La colección de estas narraciones, constituye una parte de la literatura clásica budista, bajo el título de Jataka. Sin embargo, estas narraciones no aparecen en las ense­ñanzas Pali de Buda, lo cual indica que él nunca las enseñó. Podemos suponer, por lo tanto, que los monjes budistas de los lamaserios, impulsados por una gran veneración hacia Buda, exageraron varios incidentes de su vida para hacer­lo aparecer como hombre muy diferente y superior a todos los demás.

Esa es una práctica generalizada en otras sec­tas religiosas cuando desean venerar a un gran líder, cuya vida idealizan por medio de leyendas y proezas fantásticas.

No debemos olvidar que Jesús tenía verdaderos hermanos y hermanas, quie­nes, según los datos, tuvieron un naci­miento muy natural. El tenía cuatro hermanos, y algunas hermanas casadas, cuando fue bautizado por Juan. Entre los teólogos y otros intelectuales han habido grandes controversias en relación con el nacimiento virginal de Jesús. Las autoridades bíblicas han señalado el hecho de que la narración del naci­miento solamente aparece en los evan­gelios de Mateo y Lucas. Más aún, Pablo, el Apóstol, nunca hace mención del nacimiento virginal de Jesús en las epístolas que se le atribuyen, aunque de algún modo sugiere que su naci­miento fue milagroso y diferente del de los demás hombres.

Pero lo im­portante no es que Jesús naciera de una virgen en el sentido literal de este concepto. Lo verdaderamente impor­tante es que nos demos cuenta de que en él se encarnó el Espíritu Divino; tal vez más que ningún otro ser humano, Jesús estaba imbuido en la consciencia espiritual. Desde el punto de vista del concepto místico, todos los hombres y mujeres son la encarnación del ser divino o espiritual.

Otro eslabón de la cadena histórica de la Navidad está relacionado con la doctrina de que Jesús era el Hijo de Dios. ¿Fue éste un privilegio exclusivo de Jesús, como la mayoría de los cris­tianos pretenden? Es interesante notar que muchos siglos antes de Jesús, en la antigua ciudad de Egipto llamada Helió­polis, y dedicada al dios-sol Ra, los sacerdotes declararon que Khufu era el hijo corporal del dios Ra. El mismo Khufu, a quien más tarde los griegos llamaron Cheops, fue el constructor de la Gran Pirámide de Gizéh. Subsiguien­temente cada Faraón fue proclamado como hijo corporal del dios-sol eterno.

Entre los antiguos hebreos, Israel mismo era concebido como el hijo de Dios. En el Exodo, Capítulo 4:22, en­contramos: "Israel es mi hijo, mi primogénito." Aquí vemos, pues, que un es declarado como hijo de Dios.

Si Jesús es un hijo de Dios o el único Hijo de Dios, ha sido un asunto de acaloradas polémicas y argumentaciones entre los teólogos por muchos siglos. ¿Se trataba solamente de uno de varios maestros espiritualmente privilegiados, o de la persona más cercana a la Divinidad de una manera exclusiva? Puesto que Jesús, de acuerdo con las narra­ciones bíblicas, tuvo un nacimiento especial, los teólogos encontraron apro­piado asignarle una afiliación única también, diferente a la de todos los demás mortales.

La Estrella del Oriente
Y, ¿qué diremos de la misteriosa Estrella del Oriente? ¿En qué forma la estrella se relaciona con los aspectos históricos de la Navidad y con la vida de Jesús? A muchas personas les sorprenderá saber que la ascensión ines­perada de una estrella en el Este, no es un fenómeno extraordinario, y ha sucedido antes y después de los tiempos de Jesús. Astronómicamente dichas es­trellas se denominan helíacas. Son las que salen por el Este poco antes de la salida del sol. No se perciben a simple vista por el día o por la noche. Los antiguos egipcios, especialmente, obser­vaban el ascenso helíaco de Sirius, la estrella fija más brillante. Estos sabios de la antigüedad determinaron que el intervalo entre uno y otro ascenso helíaco de Sirius era poco más de trescientos sesenta y cinco días, aproxima­damente un año. Podemos encontrar referencias de estos fenómenos de es­trellas helíacas en épocas que se remon­tan a mil ochocientos ochenta años an­tes de Jesús.

Es posible que nuevas excavaciones arqueológicas traigan a la luz del día inscripciones que puedan demostrar que las estrellas helíacas habían sido observadas por los hombres en épocas más remotas todavía. Cada vez que una estrella semejante aparecía en los cielos, ocasionaba muchas con­jeturas en las mentalidades supersti­ciosas. Casi siempre se las consideraba como augurio de milagros o calamidades para la humanidad.

¿Cuál es la explicación de las estre­llas helíacas? ¿Son el resultado de al­guna causa sobrenatural, o más bien de una razón definitivamente física y empírica? En realidad son estrellas situadas por breve tiempo en el meri­diano del sol, y en el mismo plano del sol. Como consecuencia de esto, mien­tras están en el meridiano del sol, los rayos solares hacen imposible que se vea la luz mucho más débil de la estrella. Pero entonces, poco antes de la salida del sol, o poco después de la puesta, la estrella resulta visible de repente debido a que el sol ha pasado a un meridiano diferente.

Los antiguos egipcios orientaban muchas veces sus templos por medio de esas estrellas helíacas. Se fijaban en la posición de la estrella al salir el sol y entonces el arquitecto construía el portal del templo en la dirección ade­cuada. Y así, cuando la estrella periódicamente salía, se podía ver en el extremo del largo salón de columnas, llamado hipóstilo, al mirar desde el otro extremo. Cada año el sacerdote observaba el fenómeno de la salida de la estrella, que se veía como si estuviera a la entrada del hipóstilo, y entonces, con la ceremonia apropiada, pronosti­caba los hechos del futuro. Casi siem­pre esas predicciones eran de naturaleza astrológica, basadas en la determina­ción de la posición de la estrella helíaca respecto a los planetas. Estos sacerdotes no creían que la estrella en sí misma poseyese una influencia sobrenatural.

Los Magos, fraternidad secreta
La leyenda de los Magos también tiene un lugar definido en el significado histórico de la Navidad. La palabra Mago significa "hombre sabio." Los primeros Magos venían del Oriente, de los antepasados de los persas. Tenían grandes conocimientos en todas las ramas del saber vivieron muchos siglos antes de los días de Jesús. Como sabios eran conocidos, y al principio no tenían que ser necesariamente sacer­dotes ni ocuparse de los ritos y cere­monias religiosas.

Poseían los secretos de la magia, que en la antigüedad con­sistía en la comprensión profunda de las leyes naturales. Así, pues, los Magos venían a ser los científicos de su tiempo.
Estudiaban los fenómenos naturales para descubrir sus causas y efectos, y aplicar las leyes al bienestar del hom­bre. Por eso los Magos poseían grandes poderes para efectuar curaciones. También tenían grandes conocimientos de astronomía, astrología, matemáticas, y estaban muy bien familiarizados con las filosofías principales de la época.

Los Magos pertenecían al pueblo de los medas, antecesores de los persas; ambos eran descendientes de la raza aria, que a su vez constituía una de las divisiones de la gran raza blanca. Esta gran raza estaba compuesta de una serie de tribus que se extendía a través de Europa desde el Atlántico hasta las planicies del Mar Caspio. Con el correr del tiempo se consolidaron y se volvieron a dividir; una de estas divisiones se estableció en Irán, lo cual le ha valido el nombre de Irania o Aria. Esta palabra significa que es de origen noble. La otra división de la raza aria pasó al valle del Río Indo, y son los antecesores de los hindúes de hoy día. La palabra magos es probable­mente de origen ario.

La fama de los Magos se extendió por todo el mundo antiguo, junto con el relato de sus poderes extraordinarios. Se les conocía como profetas e intér­pretes de los sueños. Con el tiempo constituyeron una fraternidad, un grupo secreto, con el fin de conservar la sabiduría que habían acumulado, y para transmitirla a sus sucesores oralmente. Nadie podía entrar en su secta a menos que demostrara sin lugar a dudas su capacidad y vocación. En­tonces, comenzaron a ejercer una poderosa influencia política como consejeros religiosos. Como grupo político-religioso eran tan importantes en su tiempo, en el poder que ejercían sobre los gober­nantes, como lo han sido los jesuitas en épocas más recientes. Los Magos siem­pre estudiaban las estrellas helíacas. Los tres Magos mencionados en la Biblia, sin duda hicieron un estudio astrológico para llegar a su famosa predicción.

Costumbres, Paganas o Cristianas
La segunda división general en nues­tro estudio de la Navidad, se refiere a las costumbres tradicionales. ¿De que modo se eligió el 25 de diciembre como fecha de la Navidad? ¿Es que Jesús nació ese día? La celebración del 25 de diciembre como fecha de la natividad de Jesús, tuvo su origen en Roma, cuatro siglos después de su nacimiento. Antes de ese tiempo, durante los primeros cuatro siglos de la Era Cristiana, la celebración de la Navidad tenía lugar el 6 de enero, fecha de la Fiesta de la Epifanía. Se trataba de la conmemora­ción, no del nacimiento de Jesús, y en realidad de la visita de los Magos a Belén. La celebración de la natividad (Navidad), se estableció más tarde que la conmemoración de la resurrección. Durante mucho tiempo se estuvo celebrando la resurrección cuando todavía no se había establecido la celebración de la natividad.

El Papa Liberio de Roma entre los años 353 y 354 descartó la fecha del 6 de enero en favor del 25 de diciembre. De acuerdo con el calendario romano, el solsticio de invierno empezaba el 25 de diciembre. Por lo tanto, se estimó muy conveniente relacionar la nativi­dad de Jesús con el fenómeno del sol en su función astronómica de señalar el comienzo del invierno, que era una ocasión celebrada desde hacía tiempo por el pueblo. Ese día era conocido como el día del sol de la justicia. Tam­bién, alrededor del 25 de diciembre, se celebraba la natividad del dios-sol de Asiria, que era una derivación del dios Mitra, de Persia, conocido como el dios de la luz. Durante varios siglos esta fecha, y la correspondiente celebración, era de gran importancia. El establecimiento del 25 de diciembre para la natividad de Jesús servía para hacer resaltar en la mente popular que El había nacido como hijo de un dios, por la relación que ese día tenía con la natividad de Mitra.

La fecha del 25 de diciembre, al ser escogida por los teólogos cristianos, no fue universalmente aceptada por todo el mundo cristiano. Es interesante notar que la Iglesia Oriental, que era rival de Roma y tenía su sede en Constanti­nopla y también en Antioquía, no acep­tó la fecha del 25 de diciembre sino hasta mucho después. La fecha del 25 de marzo o el 28, alrededor del equinoccio de primavera, también se había declarado como día de la natividad. La razón por la cual muchos favorecían esta fecha es, que la primavera trae el renacimiento de la Naturaleza y el nuevo despertar de la vida.

Muchas razones filosóficas se presentaron en favor de la fecha de marzo. Algunos llegaron a afirmar que en la fecha de marzo Jesús había sido concebido, y debía de celebrarse en vez de la fecha del nacimiento.

De hecho, la Iglesia Romana estaba ansiosa de corregir el sentido pagano que el pueblo de daba a las fiestas del 25 de diciembre. Como ya dijimos, esta fecha se celebraba en honor de
Mitra, dios de la Luz. Era también la ocasión de la fiesta del Sol Invictus. Por consiguiente, se estimó lo más apropiado señalar las fiestas de Navidad para esa misma fecha. Desde un punto de vista psicológico, se estableció de esa manera en la mente popular una cierta relación entre Jesús y el sol, y los fenó­menos relacionados con el sol siempre han impresionado profundamente al hombre.

Puesto que el sol había sido divinizado algunas veces por los anti­guos, esta relación reforzó el concepto de la divinidad de Jesús.

La Saturnalia era una antigua fiesta romana en conmemoración del dios Saturno. Las fiestas de la Saturnalia tenían lugar durante la semana del 17 al 24 de diciembre. Muchas costumbres de la Saturnalia llegaron a incorporarse a nuestras celebraciones de Navidad. Más aún, la mayoría de las costumbres y maneras de celebrar la Navidad en todo el mundo no tienen un origen cristiano, sino que representan un sin­cretismo, es decir, un esfuerzo de re­conciliar varias costumbres paganas.

El regocijo de la celebración de la Navidad constituía un aspecto impor­tante de la fiesta de la Saturnalia. Todas las escuelas se cerraban durante esa semana; la alegría y el júbilo se apoderaban de la gente. No se castigaban las transgresiones menores de la ley, no era necesario vestirse en la forma acos­tumbrada, ni existían en esos días las diferencias sociales.

Tanto los esclavos como sus amos participaban en los con­vites en una misma mesa, todas las clases sociales se ofrecían regalos mu­tuamente. Estos regalos consistían en gran parte de obleas de cera. Sin em­bargo, muñecas de barro y juguetes se le daban a los niños; también se tiraba confetti y se usaban disfraces. Repetimos que muchas de estas cos­tumbres fueron transferidas a la cele­bración de la Navidad, como resulta evidente todavía. *

Algunas costumbres de nuestras cele­braciones de Navidad, se han heredado de las tribus nórdicas de los teutones. Estas tribus tenían la fiesta de Yol (Yule), cuyo motivo principal era cele­brar el rito del sol después de los cuarenta días de obscuridad, debido a la ausencia del sol durante una parte del invierno en las altas latitudes. Pues­to que la época de Yol tenía lugar durante la larga noche del invierno nórdico, las supersticiones abundaban entre la gente.

Creían que durante el largo período de obscuridad los de­monios y espíritus maléficos rondaban por todas partes. Más tarde, sin embar­go, cuando su mentalidad avanzó y obtuvo una comprensión exacta de las cosas, estos demonios fueron transfor­mados por la mente popular en tipos cómicos, y la gente misma se disfraza­ba como demonios, con cuernos y rabos, en un espíritu de fiesta. Iban de una casa a otra con regalos que se ofrecían mutuamente y con juguetes para los niños. También tenían grandes cenas.

También en Alemania tenían gran­des celebraciones con ocasión del solsticio de invierno, despidiendo el año viejo y dando la bienvenida al año nuevo.

En los Estados Unidos y otros lu­gares, el "místletoe" o muérdago (plan­ta sagrada de los celtas y los galos), se deriva de las antiguas prácticas re­ligiosas de los celtas. Se dice que los sacerdotes celtas usaban ramas de esta planta cuando saludaban al sol na­ciente, o al dios sol. Stonehenge, en las planicies de Salisbury en Inglaterra, probablemente fue construido por los antiguos druidas. Las reliquias de sus monolitos todavía pueden verse, for­mando una especie de sala entre columnas, y unas estructuras circulares. Se supone que los sacerdotes se paraban en esas columnatas (que están orienta­das hacia el Este), sujetando en alto con la mano derecha una ramita de muérdago, como salutación al sol na­ciente.

Otras decoraciones verdes, de ramas, que añaden tanto colorido a la Navi­dad, tuvieron su origen en Alemania, en el siglo diecisiete. El Arbol de Navi­dad, que tiene tanta importancia en nuestras celebraciones y constituye un centro de atracción por sus decorados, probablemente tenga su origen en un animismo primitivo, que rendía culto al árbol.

Los animistas creen que todas las cosas están vitalizadas por un espíritu o inteligencia especial. El ár­bol sugería el concepto de la inmortali­dad, pues sus raíces penetran profundamente en la tierra y su parte superior se dirige hacia las regiones celestiales. Por esta razón los griegos tenían grutas y huertos sagrados donde, en un am­biente que hacia pensar en lo divino, efectuaban sus misterios y ritos sagra­dos, con las iniciaciones correspondi­entes.

El Arbol de Navidad pudiera tener, también alguna relación con el tronco de Yol, que también se adornaba con sentido religioso en un antiguo rito de los teutones.

Tal vez el símbolo más popular de la alegría de la Navidad es Santa Claus, que se deriva de la tradición de San Nicolás, antiguo obispo de la ciudad de Myra, en Asia Menor. Tuvo que sufrir persecuciones, fue arrestado, y sufrió tormentos durante muchos años. Al convertirse en mártir obtuvo un gran número de devotos. Se le atrib­uyeron grandes proezas y actos de
generosidad que hicieron resaltar su importancia ante los ojos del mundo.

Entre otras cosas se decía que San Nicolás le había dado dotes a las hijas de los campesinos pobres para que pudieran casarse, y nunca pregonaba los actos generosos que realizaba. Más tarde también se dijo que San Nicolás ofrecía muchos regalos secretamente en su día, y se le ha presentado siempre como un protector de los niños; las estatuas que lo representan en varias partes de Europa, muestran a los niños sujetándose a su túnica. El nombre Santa Claus, se derivó por evolución fonética del nombre holandés San Ni­colás; fueron precisamente los primeros colonizadores holandeses quienes tra­jeron esa tradición al Nuevo Mundo.

Idealismo
La tercera división del significado de la Navidad, se refiere a su idealismo. Claro está que no puede existir ningún maestro religioso, ni ninguna enseñanza religiosa o espiritual, que sea universalmente aceptada en todos sus detalles por todos los hombres. La inteligencia de los diversos pueblos, las asociaciones mentales y la diversa educación y di­ferente ambiente de las personas, hacen que miren las mismas cosas con muy diversos puntos de vista. Cada individuo deriva una interpretació n diferente de sus experiencias, de acuerdo con la ele­vación o desarrollo de su consciencia, de su habilidad de comprender y per­cibir. Sin embargo, en el mundo in­mediato de cada ser humano hay algún personaje a quien conoce personalmente, o de quien ha oído hablar o acerca del cual ha leído, cuya vida ejemplar constituye su propio ideal. Todos concebimos una forma de vida, o la vida de algún personaje, como la representació n de lo que consideramos lo mejor y más excelente.

Sin embargo, lo que una persona considera como verdad, y aun como milagro, para otras personas no es así. Hay quienes consideran las creencias sagradas de otros no como realidades, sino como fantasías. No es que quieran ser sacrílegos o parecer ateos; es, sencillamente, que lo que otros veneran no armoniza exactamente con su concepto de lo espiritual. Se ha dicho que la belleza está en los ojos del que la con­templa. Así también, la espiritualidad está en aquello que despierta la ar­monía del alma; de otra manera la espiritualidad que hay en una tradición carecería de sentido. Nada se pierde al comprender que muchas de las cos­tumbres que hoy se relacionan con Jesús no tenían ese mismo significado en épocas pasadas.

Por el contrario, esto demuestra que los hombres han ido cultivando gradualmente un concepto más amplio de lo bueno, y en todos los tiempos han encontrado cosas que representan la espiritualidad. En conse­cuencia, una personalidad que repre­senta lo bueno que hay en todo, ha servido como centro de atracción y se le han atribuido todas las virtudes del pasado. En todas las épocas los hom­bres escogen, cual si fueran joyas, las cosas que representan sus ideales.

No importa que los hombres crean o no crean la narración de la natividad de Jesús según la exégesis cristiana. Mucho más importante es que para ellos Jesús se convierta en un símbolo de los conceptos más nobles, hacia los cuales la humanidad espiritualmente se encamina. Después de todo, lo divino ha de ser siempre lo ideal. Los ideales no pueden reducirse completamente a hechos concretos, puesto que de este modo estarían limitados a la materia objetiva de que se componen. Los ideales humanos han de elevarse más alto que los hombres que los conciben, ayudando a levantar sus propias na­turalezas. El concepto espiritual es siempre la culminación del crecimiento moral de la humanidad, y representa las mayores alturas que ha alcanzado en una era determinada. La Navidad y la narración bíblica de Cristo, están entre los ideales espirituales más eleva­dos y admirables que el hombre haya logrado concebir.

MITOS DE LA CREACION

Mitos de la Creación

, Tomas Gondesen
Al igual que en el artículo anterior “Troya, el principio del fin”, el relato que aquí les ofrezco intentará ser ameno y parte de la conjunción de diferentes versiones del mismo, seleccionadas con la intención de hacerlas entretenidas y accesibles para todos. Si sirve para brindarles un momento de apacible lectura y como puntapié inicial para despertar curiosidad sobre estos relatos ancestrales, estará cumplido con creces mi objetivo. Por esta misma razón esta vez, además del relato de la Creación según la Mitología griega, tomando como fuente principal (pero no única) la Teogonía de Hesíodo, complementaré éste relato con una breve descripción de cosmogonías[1] procedentes de otras culturas.

De esta manera, aquellos que ya conozcan de antemano el mito Griego quizás se encuentren en la segunda parte con algún otro mito que desconocían y por ende les resulte más atractivo. Aclaro que la interpretación de estos como mitos, leyendas, verdades absolutas, etc, quedará a cargo del lector, y pido disculpas por los cambios estructurales que estoy incorporando de artículo en artículo. Más que enseñar, estoy aprendiendo. Y tratando de que cada uno de estos sea un poco mejor que el anterior.

Tomando un poco de carrera como para iniciar el relato, debo confesar que no dejo de preguntarme: ¿Por qué me metí en este lío?, ¿por qué trato que mis toscas palabras emulen las de aquellos grandes poetas, cuya impecable prosa, preservaron estos relatos a salvo del olvido?, ¿por qué simplemente no publico una larga lista de los libros que leí? (por cierto, aconsejo una vez más que vayan a las fuentes).

No lo hago porque ya lo hice varias veces entre la gente que conozco y rara vez me han hecho caso. Así que éste es otro camino. Tenía ya casi listo un cuarto del artículo, cuando en un ataque de autocrítica lo borré por completo. ¿Quién sabe cuantas veces los dioses han escrito nuestro destino? Por suerte la página en blanco me mostró el vacío, del que Hesíodo nos habló y que yo hasta ahora no había podido comprender. Intentando hacerlo, hurgué en la mitad de los libros de mi pequeña biblioteca. ¿Qué es Caos? Hallé la respuesta en uno de ellos, sí, pero sobre todo en el estado en que quedó mi habitación.

I La Creación
(Según la Mitología Griega)



Gea. Madre de todos los dioses.

En el principio solo existía Caos, divinidad primordial un tanto indefinida, interpretada en general como el espacio[2] donde todos los elementos se encontraban mezclados sin que nada tuviera una forma fija. “Caos es el Vacío primordial, pero concebido como un enorme recipiente para albergar elementos en forma desordenada. Caos es a la vez Nada y Algo”[3]. Luego de Caos[4], surgió Gea (la Tierra) quien se convertiría pronto en la morada de todos los seres vivientes y los dioses inmortales que habitan el nevado Olimpo. Gea madre antiquísima, que nutre sobre la tierra todo cuanto existe[5]. En las profundidades de la Tierra existió el tenebroso Tártaro[6]. Y por último surgió también Eros, el más hermoso entre los dioses, a quien no hay que confundir con “Eros o Cupido”, futuro hijo de Afrodita. De ésta divinidad primordial se nos cuenta que por su belleza, aflojaba los miembros, cautivaba los corazones y la sensata voluntad, tanto de los hombres, como de los dioses en general. Era una divinidad masculina, claro, recordemos que para los griegos esto no representaba ningún tipo de impedimento… Creo que es obvio aclarar que así como Gea representa la Tierra, Eros representa el Amor[7].

Luego de Caos surgieron Érebo (las Tinieblas) aquellas que se encuentran en las profundidades y Nix (la oscuridad de la Noche), quienes no se demoraron en unirse amorosamente. Como resultado de ésta unión Nix dio a luz (nunca mejor dicho) a Eter (la Luz celeste o el Aire) y Hemera (el Día). Por el momento Gea, prescindiendo de las delicias del amor, creó al estrellado Urano (el Cielo) con sus mismas proporciones, para que la contuviera por todas partes y poder ser así sede siempre segura para los dioses. También dio a luz a las grandes Montañas, morada de las Ninfas que habitan en los boscosos montes.

Urano pasa a ser “el primer señor del mundo”[8], quien al contemplar desde lo alto a su madre, y seducido por su extensa belleza, dejó caer sobre sus secretas hendiduras la fértil lluvia. Es así como surgen las verdes praderas, las flores, los árboles y los animales. También engendraron juntos a Océano, Ceo, Crío, Hiperión, Jápeto, Crono (el menor de todos) y Temis, Rea, Tetis, Tea, Mnemósine y Febe. Todos ellos llamados luego, por su padre Urano, “Titanes”, los que abusan. La relación incestuosa entre Gea y Urano, al igual que la antes mencionada entre los hermanos Érebo y Nix, no genera aquí, ni en la mayoría de los mitos referidos a deidades, ningún tipo de castigo moralmente justificado, aunque cuando se trata de seres humanos, la cosa suele terminar de una manera muy distinta. De las reiteradas uniones entre Urano y Gea surgen también la primera generación de Cíclopes, llamados Arges, Estéropes y Brontes, quienes representan el rayo, el relámpago y el trueno. Estos eran en todo semejante a los dioses, excepto por su rasgo distintivo que consistía en poseer un solo ojo, completamente redondo, en medio de su frente. Extraordinarios constructores y forjadores de armas, ocuparán junto con sus hermanos, un papel decisivo en la Titanomaquia, a la que luego haremos referencia. Posteriormente nacieron otros tres hijos, enormes y violentos: los Hecatónquiros, sobre quienes el prudente Hesíodo nos advierte que no hay que decir sus nombres. Y acto seguido, los nombra a los tres: Coto, Briareo y Giges. Estos engendros monstruosos tenían cien brazos informes que salían agitadamente de sus hombros y cincuenta cabezas.

Pero Urano, principio fecundador por excelencia, si bien disfrutaba enormemente de sus relaciones amorosas con su madre y esposa Gea, no tenía ninguna intención de convertirse en un padre responsable, y aborrecía por igual a todos sus hijos. Por este motivo impidió cada uno de los nacimientos, devolviendo inmediatamente al vientre de su madre (el Tártaro), a cada uno de ellos, conforme iban naciendo. A punto de estallar, la pobre Gea sufría en silencio. Pero este accionar de Urano, del que disfrutaba cínicamente, no iba a quedar impune. Gea urdió una cruel artimaña y llamó a sus hijos incitándolos a vengarse de su padre. -¡Hijos míos y de soberbio padre! Si queréis seguir mis instrucciones, podremos vengar el cruel ultraje; pues él fue el primero en maquinar odiosas acciones. Pero de todos ellos, sólo Crono, el más joven de ellos, se atrevió a responder al clamor de su madre. Alegrándose en su corazón, Gea puso en manos de su hijo una afilada hoz y le indicó que se ocultara para emboscar a su padre. Llegó la Noche, y con ésta Urano, ávido de amor, se recostó sobre la tierra desconociendo por completo el terrible destino que le esperaba. Fue así como, viendo que su padre había caído en la trampa, Crono salió de su escondite, sujetó a Urano con la mano izquierda y empuñando su arma con la derecha, cortó rápidamente las partes genitales de su padre, arrojándolas luego detrás suyo. Si bien no se hace mención en ninguno de los textos sobre la reacción inmediata del poderoso dios Urano, considerando que éste representa el cielo en toda su extensión, me imagino que el grito se habrá escuchado desde bastante lejos…

Las gotas de sangre que cayeron sobre la Tierra fueron recogidas por Gea y, luego de un año, dio a luz a las poderosas Erinias –también llamadas Euménides o Furias según los Romanos.–, cuya función principal es la de castigar los asesinatos, en especial aquellos cometidos contra miembros de la propia familia. También engendró Gea a los altos Gigantes de resplandecientes armas y a las Ninfas que llaman Melias. En cambio los genitales cayeron sobre el tempestuoso Ponto y fueron arrastrados por sus corrientes. Junto a ellos surgía una blanca espuma de la que brotó una hermosa doncella, que hace crecer la hierba alrededor de sus delicados pies sobre el suelo que pisan. Diosa inmortal que tiene el honor de presidir tanto entre los demás dioses, como entre los mortales, las intimidades de las vírgenes, las sonrisas, los engaños[9], el dulce placer, el amor y las caricias. Me refiero por supuesto a Afrodita. Y no la sigo describiendo porque me pongo a babear y se me moja el teclado.



Rea engaña a Crono

Ésta es, pues, la historia del destronamiento de Urano, quien perdió su privilegiado puesto de soberano junto con su capacidad fecundadora. A partir de aquí será Crono, de mente retorcida, quien posea el escalafón más alto entre los inmortales, eligiendo a su hermana Rea como su esposa. Pero este reinado tampoco durará mucho, ya que tanto el proceder como el destino de Crono serán similares a los de su padre. Las hijas e hijos de Crono sin duda les resultarán conocidos: Histia, Deméter, Hera (futura esposa de Zeus), Hades, Poseidón y Zeus. Urano y Gea habían profetizado que Crono perdería también su trono en manos de uno de sus hijos, y por ésta razón, uno a uno, los fue devorando inmediatamente después de haber nacido. El único de ellos que escapó de esta suerte, fue el menor de ellos, Zeus, gracias a su madre Rea, quien tremendamente afligida por el terrible accionar de su marido, pidió a sus padres que la ayudaran a esconder al recién nacido y le dio en cambio una piedra envuelta en pañales a Crono. Creyendo que se trataba de su último hijo, el hijo de Urano se tragó el engaño “literalmente”.

Gea, aprovechando el amparo de la oscura Nix, se llevó al infante a Creta y lo escondió en el monte Egeo, de densa arboleda. Allí lo dejó, encomendándoselo a las Ninfas Adrastea e Ida, hijas de Meliseo, quienes se ocuparon de su crianza alimentando al niño con la leche de la cabra Amaltea[10]. De esta maravillosa cabra es de donde surgió el alimento de los dioses, el néctar y ambrosía, que les asegura la inmortalidad y es nueve veces más dulce que la miel. Zeus lo obtuvo tras arrancarle a Amaltea uno de sus cuernos. También los Curetes contribuyeron mucho en la peligrosa empresa de cuidar al recién nacido, ya que lo custodiaban y ejecutaban ruidosas danzas, en las que entrechocaban sus escudos para ocultar los llantos del bebe. Así creció muy rápidamente el gran Zeus y al cabo de un año se enfrentó a su poderoso padre en una colosal batalla llamada Titanomaquia, que culminaría con el destronamiento de Crono y la ascensión de Zeus, que a partir de entonces será el eterno soberano. Aunque más de uno ha intentado quitarle este puesto, nadie jamás lo ha logrado, ni lo hará.

Como dije, una vez que Zeus estuvo en condiciones de enfrentarse a su padre le declaró la guerra, pero no lo hizo solo, sino que contó con la ayuda de varios dioses y diosas. Una de estas fue su abuela Gea[11], que al parecer siempre estaba dispuesta a colaborar en los enfrentamientos con el poder de turno. Fue ella quien, dándole de beber un misterioso conjuro a Crono, lo hizo vomitar, en primer lugar la gran piedra que éste se había tragado. Y luego, uno a uno, los hermanos de Zeus, quienes obviamente se alinearon junto a él para luchar contra Crono. Zeus clavó la piedra en la sacratísima Pito, en los valles al pie del Parnaso, quedando allí como monumento para la posteridad. Pero además Gea, que en aquel entonces regía el Oráculo de Delfos, profetizó que para vencer a Crono los jóvenes dioses debían contar con la ayuda de los Hecatónquiros y los Cíclopes, quienes aun permanecían encadenados en el Tártaro. Si bien no tenemos grandes detalles sobre esta aventura, que sin dudas habrá sido interesantísima, sí sabemos que Zeus descendió a aquel horroroso lugar, al que incluso los más poderosos dioses le temen y enfrentándose a la monstruosa Campe, que custodiaba a los prisioneros, le dio muerte. Una vez liberados los Cíclopes dieron a Zeus sus valiosas armas: el rayo, el relámpago y el trueno, a Hades el yelmo y a Poseidón el tridente. Armados de esta manera, los hijos de Crono y los Hecatónquiros emprendieron la lucha. Pero Crono tampoco estaba solo. Si bien existen divergencias respecto de quienes participaron y quienes no del lado de Crono. Sabemos que todos los demás Titanes lo asistieron y también algunos de los hijos. En este artículo he omitido mencionarlos, para no volverlos locos con tantos nombres, pero tranquilos, que ya hablaremos de ellos con más detalle.

Esta guerra fue sin dudas terrible y pese a transcurrir diez años de dura contienda, no parecía que su final estuviera cerca. Los Titanes y los Crónidas (hijos de Crono) luchaban con terrible furia, arrojándose gigantescas rocas que al caer estremecían la Tierra de tal modo que los estruendos podían oírse incluso desde el Tártaro. Los primeros se atrincheraron en la cima del Monte Otris y sus contrincantes en el Olimpo. Desde allí los dioses lucharon incesantemente todos los días, hasta que Zeus ofreció a quienes luchaban de su lado el néctar y la ambrosía. Creció así en el pecho de todos ardorosa pasión y, aprovechando el momento, Zeus arengó a los Hecatónquiros con estas palabras. -¡Escuchadme, ilustres hijos de Gea y Urano, para que os diga lo que me dicta el corazón en mi pecho. Por largo tiempo ya enfrentados unos con otros, luchamos todos los días. Pero mostrad vosotros vuestra terrible fuerza e invencibles brazos contra los Titanes en funesta lucha. Demostrad vuestra leal amistad, vosotros que debéis solo a mí la felicidad de volver a la luz, libres de una cruel prisión en el fondo de las tenebrosas tinieblas. Así dijo y a su vez le respondió el intachable Coto. -¡Divino! No nos descubres cosas ignoradas. Gracias a tí salimos de aquellas oscuras tinieblas, ¡Soberano hijo de Crono! después de sufrir desesperantes tormentos entre inexorables cadenas. Por ello, defenderemos vuestro poder en terrible batalla, luchando contra los Titanes. Y fue aquel día cuando finalmente la extraordinaria contienda se inclinó a favor de Zeus y sus aliados. Retumbó el mar y la tierra, gimió el cielo y se estremeció el Olimpo con los gritos de guerra. Los dioses dadores de bienes se lanzaron en conjunto en una mortal embestida contra los Titanes. Exhibió Zeus toda su fuerza, lanzando sin cesar terribles rayos. Los trecientos robustos brazos, que en conjunto poseían Coto, Briareo y Giges arrojaron gigantescas rocas. Una ardiente humareda envolvió a los Titanes nacidos del suelo. Hervían la Tierra y las corrientes del Océano. Por más que intentaron defenderse los poderosos contrincantes, la derrota se cernió inexorablemente sobre ellos.

El orden eterno quedó de esta manera establecido. Zeus ocupó el privilegiado lugar de soberano entre los dioses, que a partir de aquí serán llamados Olímpicos[12]. Los Titanes, que lucharon en su contra, quedaron prisioneros en el Tártaro y son custodiados aun hoy por los Hecatónquiros. Y luego de tan monstruoso enfrentamiento, cuya descripción ha agotado todos los sinónimos y adjetivos que recuerdo, imagino que solo habrá quedado un inmenso silencio, al que ninguno de los textos que narran esta historia hace referencia, pero que aun así me atrevo a mencionar. Porque después de tantas pasiones, tantos estruendos, tanta venganza y tanto poder desenfrenado, solo eso puede quedar. El silencio.

Personajes mitológicos mencionados en este relato.

Caos, Gea, Eros, Afrodita, Érebo, Nix, Eter, Hemera, Urano, Ninfas. Titanes: Océano, Ceo, Crío, Hiperión, Jápeto, Crono, Temis, Rea, Tetis, Tea, Mnemósine y Febe. Cíclopes: Arges, Estéropes y Brontes. Hecatónquiros: Coto, Briareo y Giges. Erinias, Gigantes, Ninfas Melias, Ponto, Adrastea, Ida (Monte Ida), Meliseo, Amaltea, Curetes.

II La Creación
(Otras Cosmogonías)
He narrado lo mejor que pude la versión más completa y conocida que se conserva sobre la creación del universo en el mundo griego. Complementándola además con algunos detalles provenientes de otros textos como la Biblioteca Mitológica de Apolodoro. Sin embargo considero fundamental aclarar que no es la única versión existente, y ya que me he propuesto, en esta segunda parte, complementar los relatos con uno o más mitos provenientes de otras culturas, mencionaré también en este caso algunas cosmogonías griegas menos conocidas. Luego pasaremos a hablar del Enûma Elish, poema babilónico que nos brinda una interesante versión de la creación según esta cultura, y finalmente compararemos ciertas similitudes que me parecen interesantes entre dos de estos mitos. Recomiendo que si a alguno de los lectores se le hace muy tediosa o confusa la lectura, pueden optar por tomar éstas dos partes como artículos individuales y retomarla, una vez hayan descansado un poco.

Continuando con cosmogonías griegas, pero con versiones diferentes, mencionaré una pequeña alusión que se encuentra en el Canto XIV de la Ilíada. Donde Homero nombra a Océano y Tetis como los “padres de los dioses”. Otras versiones que se conocen, son aquellas pertenecientes al movimiento religioso llamado Orfismos, el cual posee algunas similitudes con el Pitagorismo, el Dionisismo y el culto a Eleusis. La Teogonía[13] del papiro de Derveni por ejemplo, tiene muchos puntos de contacto con la que hemos narrado de Hesíodo, pero sitúa a Nix (la Noche), como lo primero que existió, siendo Urano su primer hijo. Por último, dentro del escenario Helénico, describiré un mito de obvias características matriarcales, atribuido a los Pelasgos. Pueblo primitivo que según la tradición habitaron Grecia antes que los Helenos.



Eurínome y Ofión

Al igual que en la Teogonía de Hesíodo lo primero que se menciona es el Caos[14], del que surge desnuda la diosa de todas las cosas Eurínome, pero al no encontrar nada sólido donde apoyar los pies, separó el mar y el firmamento; y danzó sobre las olas hacia el Sur. Tomando el viento Norte, lo frotó entre sus bellas manos y dio así origen a la enorme serpiente Ofión, quien al ver a Eurínome danzar, la deseó profundamente. Ambos yacieron juntos y la diosa madre quedó encinta. Luego se convirtió en paloma y posándose sobre las olas, puso el Huevo Universal del que nacerían todas las cosas. A petición de la diosa, Ofión se enroscó siete veces alrededor del huevo y lo empolló. El huevo se dividió en dos y de su interior salieron los elementos que componen el Cosmos. El sol, la luna, las estrellas, la tierra con sus montañas, ríos, mares y lagos, sus árboles, hierbas y criaturas vivientes; todos surgieron del Huevo Universal nacido de Eurínome. Ella y Ofión fijaron su morada en el Olimpo y vivieron allí hasta que un día Ofión la irritó, atribuyéndose el honor de haber creado el mundo. ¡La diosa enfurecida le pegó tan tremendo puntapié que le arrancó los dientes y lo envió a las profundidades de la tierra! Aun así, comparado con Urano, Ofión tiene poco de qué quejarse… Finalmente Eurínome creó siete potencias planetarias y colocó una Titánide y un Titán en cada una: Tea e Hiperión para el Sol; Febe y Atlante para la Luna; Dione y Crío para el planeta Marte; Metis y Geo para Mercurio; Temis y Eurimedonte para Júpiter; Tetis y Océano para Venus; Rea y Crono para Saturno. Guardadores todos ellos de la sucesión del tiempo. Varios de ellos les suenan conocidos, ¿no? De los dientes de la serpiente Ofión, enterrados en Arcadia, brotará el primer hombre llamado Pelasgo. Y no les cuento más sobre este mito, porque de la creación del hombre hablaremos en el próximo artículo, así que paciencia, porque, si no, se me mezcla todo.

Según la concepción babilónica del principio del universo, narrada en el Enûma Elish cuyo nombre significa “Cuando en lo alto”[15], en el principio de los tiempos solo existía Apsû, dios del agua dulce (el Océano primordial que rodea toda la tierra) y Tiamat, divinidad femenina del agua salada. Ambos representan “el caos” donde todos los elementos estaban desordenados. Ningún dios había sido “nombrado”. Es decir que no había sido “creado”, ésta relación entre la pronunciación del nombre y su creación es frecuente en los mitos de numerosas culturas. En la Biblia, Jehová crea el universo a través de la palabra y es llamado también el “Verbo”, en el Popol Vuh de los Mayas los dioses dicen: ¡Tierra!. Y al instante la Tierra existió. Luego de la unión de Apsû y Tiamat, mezclados en un solo cuerpo, nacerán los dioses Lahmu y Lahamu, quienes representan el suelo, los sedimentos y el lodo y son llamados también “los Fangosos”, nombre que me recuerda a un par de amigos que yo tuve de chico, pero estos no eran, ni hermanos, ni mucho menos dioses. Luego de Tiamat nacen también Ansar (o Anshar) y Kishar, lo alto y lo bajo. Quienes pronto superaron a los anteriores y fueron padres de Anu, dios del cielo. Anu no tardó en igualar a su padre y a su vez engendró a su imagen a Ea[16], pero no está claro si lo hizo uniéndose a alguna de las anteriores diosas o él solo.

De Ea se dice que no tenía rival entre los dioses, que era sabio, perspicaz, fuerte y poderoso; incluso mucho más fuerte que su abuelo Ansar. Pero todos estos dioses nacidos de Tiamat alteraban a su madre y a su padre Apsû moviéndose de un lado a otro y riéndose. Tiamat soportaba en silencio esta molesta conducta, en cambio Apsû parece que era un poco menos tolerante y decidió destruirlos. Pero antes llamó a su visir Mummu[17] y fueron ambos a ver a Tiamat. Una vez frente a la diosa madre de todos los dioses, Apsû indignado le contó que estaba harto de sus hijos y su decisión de aniquilarlos. Pero tan pronto como Tiamat lo oyó se sintió irritada y le gritó llena de enojo. Si bien la diosa estaba de acuerdo con su esposo, rechazaba la drástica solución que este proponía. En cambio Mummu los incitaba a destruirlos. Pero Ea adivinó la nefasta confabulación que se avecinaba y, adelantándose, recitó un conjuro que postró a Apsû en un profundo sueño, impidiendo así que Mummu siguiera excitándolo en contra de los dioses. Luego, los encadenó a ambos y mató a Apsû, construyendo sobre su cadáver su morada, en la que habitó tranquilamente junto a su esposa Damkina y con la que engendraría a un dios todavía más poderoso y sabio que los anteriores, el gran Marduk.

Cuando Ea vió por primera vez a su hijo, su corazón se llenó de gozo. Marduk tenía cuatro oídos y cuatro ojos, que todo lo oían y todo lo escrutaban. Soberana era su estatura, más alto aun que todos los dioses. ¿Qué padre no estaría orgulloso de un hijo así?


Marduk luchando contra Tiamat. Fuente: Wikipedia

Pero la diosa Tiamat, aún ofuscada por la muerte de su esposo Apsû, decidió vengarse. Creó once dragones y otros tantos monstruos y se casó con Kingu, a quien otorgó el mandato “Las tablillas del destino” que antes habían sido de Apsû. Tiamat, Kingu y su monstruoso ejército se dirigieron a enfrentar al resto de los dioses, que, aterrorizados, pidieron ayuda al joven Marduk. Éste accedió sin dudarlo, pero antes exigió que si lograba alzarse con la victoria, sería nombrado soberano entre los dioses. Conforme la ocasión lo ameritaba, los dioses se reunieron en un esplendoroso banquete y otorgaron a Marduk el mandato. –Tú, Marduk, eres el más venerado de todos los dioses, sobre todo el universo te confiamos el reinado.

Enviando delante suyo al relámpago, el joven dios se dirigió a enfrentarse al ejército de Tiamat. Envió también delante de él a los poderosos vientos, y avanzó imponente montado en la carroza de la tormenta. Cuando los auxiliares de Tiamat vieron al joven dios quedaron turbados. Marduk desafió entonces a Tiamat a entablar un combate singular. Aún más encolerizada, la diosa lanzó un poderoso conjuro y abriendo su boca intentó devorarlo. Marduk, ágil y rápido, le arrojó el viento malo que impidió a la diosa volver a cerrar sus labios. Los vientos salvajes llenaron su vientre, su cuerpo quedó hinchado y su boca abierta. Marduk lanzó también su certera flecha y atravesando el corazón de Tiamat, terminó con su vida.

Consideraciones Finales
En los diferentes mitos de los que hemos hablado en este artículo podemos encontrar varias similitudes y diferencias cuyo análisis superarían ampliamente mi capacidad y conocimientos. Sin embargo intentaré en este último segmento (¡Si se lo juro. Ya los dejo tranquilos!) hacer hincapié en una característica que se encuentra en muchas de las cosmogonías de las que se conservan registros. La existencia de un dios creador, que representa el cielo o que habita en él, quien ha creado el universo y cuya función está ampliamente ligada a la fecundación y establecimiento de los primeros cimientos del cosmos (orden), posteriores a la existencia de un caos, donde nada podía existir. Pero este dios primordial, quien en un principio poseerá la soberanía absoluta, rara vez podrá conservarla. En general, los dioses celestes o Uránicos, pierden este privilegio y pasan a ser reemplazados por otros dioses, quienes, si bien heredan varias de sus características, suelen ser más activos, más prácticos y cercanos a las necesidades de la organización social de la Humanidad. Los dioses “del cielo”, creadores del universo, suelen ser sustituidos por dioses de “las tormentas”, mucho más cercanos a la organización que a la creación propiamente dicha. Es importante señalar que ésta sucesión que en los mitos suele mostrarse como la sustitución de un dios por otro, en realidad es una especialización, una evolución que acerca a los lejanos dioses más abstractos y pasivos, a lo concreto.

En la Teogonía vemos como Urano, tras perder su capacidad fecundadora es sustituido por Crono y posteriormente éste será reemplazado por Zeus, quien en realidad conserva varias de las características de Urano. Zeus es también un dios fecundador y un dios de las tormentas, pero no crea el universo, aunque sí cumple un papel fundamental en su organización. En el Enûma Elish, el primero en perder su mandato será Apsû a manos de Ea, hijo de Anu. Pero posteriormente Anu, dará también un paso al costado y Marduk asumirá el mando, dándole al mundo los últimos retoques. En las armas que Marduk utiliza contra Tiamat, podemos ver claramente sus atributos de dios de las tormentas. En su libro “Tratado de Historia de las Religiones. Morfología y dialéctica de lo sagrado” Mircea Eliade nos brinda varios ejemplos más de este proceso de especialización de los dioses Uránicos como T’ien, Varuna, Ahura Mazda y en el caso de “dioses de las tormentas” Min, Parjanya, Indra, Rudra y Ba’al.

No pretendo hacer aquí un análisis exhaustivo de los profundos significados que pueden extraerse de las diferentes mitologías, sino simplemente brindarles algunas nociones muy generales, con la esperanza de que, partiendo de ellas, crezca en ustedes el interés por estas maravillosas historias. Por esta razón, cierro aquí este artículo, citando el último verso del poema de Jorge Luis Borges, “Edipo y el Enigma”.

“Dios nos depara sucesión y olvido.”
Según parece, el destino de los hombres y el de los dioses no es tan diferente.

Notas
1. cosmogonía. (Del griego. κοσμογονία). Relato mítico relativo a los orígenes del mundo.

2. Para una definición más exacta de esta palabra, espero la serie de Lucas

3. Mitología Griega. Francesc L. Cardona. Editorial: Edicomunicación, S. A.

4. Si bien estoy tratando de eludir las fuentes Romanas, les dejo aquí esta descripción de Caos de Ovidio que figura en Las Metamorfosis “ruda y desordenada mole y no otra cosa sino peso inerte, y, acumuladas en él, unas discordes simientes de cosas no bien unidas”.

5. Himnos Homéricos. Canto XXX, A Gea madre de todos.
6. En el artículo de Wikipedia, cuyo enlace dejo aquí, dice que según la Teogonía, Tártaro sería hijo de Éter y Gea. A no ser que sea yo el equivocado, esto es incorrecto. Si bien Hesíodo menciona e incluso describe el Tártaro, en ningún momento nombra a Éter como su padre, aunque si podría llegar a interpretarse que Gea es su madre.

7. El amor entre hombres, según algunas interpretaciones.

8. Aunque no es llamado así por Hesíodo, si lo hace Apolodoro (o seudo-Apolodoro). Quien además inicia el relato, sin mencionar a Caos.

9. “Seducciones” según la traducción de Teog. http://www.librodot.com/searchresult_author.php?authorName=H

10. Sobre Amaltea existe desacuerdo entre los autores, algunos la consideran una cabra y otros, una Ninfa. Apolodoro, la considera una Náyade (Ninfa de los cuerpos de agua dulce), hija de Hemonio.

11. Según Apolodoro, sería Metis hija de Océano y primer esposa de Zeus, quien lo ayuda engañando a Crono.

12. Dejo en realidad algunos detalles sobre este “orden” sin mencionar, porque prefiero abordarlos en algún artículo posterior, donde pueda referirme más puntualmente a la organización del Olimpo.

13. Teogonía. (Del lat. theogonĭa, y este del gr. θεογονία). Generación de los dioses del paganismo.

14. O el “océano primigenio” según la versión que aquí les dejo.

15. Estas son las palabras con que inicia el poema. “Cuando en lo alto del cielo no había sido nombrado, no había sido llamada con su nombre la tierra firme”

16. En realidad en el Enûma Elish aparece con el nombre de Nudimmud la primera vez que se menciona y luego como Ea. También es llamado Enki por los sumerios.

17. Aparentemente Mummu es creado al mismo tiempo que Tiamat, pero esto no está del todo claro en el poema y como es motivo de ciertas discusiones entre los especialistas, he preferido omitir la descripción de su creación.